EDUCACIÓN CON SENTIDO
Aquel que tiene un por qué puede sobrevivir a cualquier como...
Por: Alejandro Inchaustegui Alfaro

En nuestra propia vida a veces nos hace falta un rumbo, un viento a través del cual se mueva nuestro velero, un camino, un motivo, un objetivo y mucho de nuestros jóvenes al terminar la secundaria tienen ese problema, no saben que estudiar, que hacer, que carrera seguir, más aun, si a esto se aúna las dificultades económicas, nos encontramos con una perspectiva sombría, lo que se podría resumir en que no tenemos un por qué, para nuestro recorrido, para nuestro viaje, en suma como lo plantea Friedrich Nietzsche, un por qué para sobrevivir a cualquier como. Pero ¿a qué se debe que necesitamos un por qué para sobrevivir a cualquier cómo?

Nuestro cerebro por naturaleza tiene que tener una razón de ser, un motivo, una causa, del ¿por qué nuestra existencia en este planeta?, sino estamos en el limbo, sin rumbo nuestro velero no sabe a dónde ir, nuestra juventud jala a uno y otro lado mas no hacia el lado que implique su autodesarrollo y formación ética, tomamos un poco de estos, otro poco de aquello y al final del camino no logramos nada, la inseguridad, indecisión, miedos, nos gobiernan y viviremos sumidos entre sombras puesto que no estaremos en capacidad de enfrentar los cómos de nuestra existencia.

Asimismo nuestra propia naturaleza humana posee un espíritu constante de superación y si cree firmemente en algo no encuentra obstáculo que pueda impedir su propósito, trascender, puesto que el mundo conspira para lograrlo, pero al compas de un por qué, un objetivo que nos delimite y facilite enfrentar cualquier cómo de la vida, que en su dinámica de avatares y silencios, nos prueba cuan fuertes o débiles somos, cuan preparados o distraídos estemos, trascender las oportunidades y convertirnos en agentes activos del cambio y transformación de nuestra sociedad inmediata.

Querámoslo o no, nuestros pensamientos son como un imán que influye nuestra cotidiana realidad y por ende nuestra forma de ser, positiva o negativamente, puesto que cuando las papas queman y tenemos que enfrentarnos al mundo real y a los problemas que surjan en el camino, empapados de una actitud positiva, todo será sencillo, más fácil y agradable, pero si estamos gobernados por una actitud negativa, ¿qué lograremos?, solo asomará una muralla a través de la cual se dibujen uno y otro obstáculo que se nos pintan como imposibles de vencer, comidilla para nuestros miedos y debilidades. La vida es un encuentro de tropiezos no para caer, sino para levantarse.

Finalmente creo que es fundamental tener un ¿por qué? para todas las cuestiones de la vida y enfrentarnos airosos, a todos los problemas y vicisitudes que se nos presenten en el futuro, solo de esta manera podremos hacer que nuestro velero, símbolo de vida, llegue a buen puerto, convirtiéndonos en seres humanos, humanizados y humanizantes, que trasciendan en el tiempo y el espacio.